2010/06/24

La fiesta de las trompetas 2-[la Iglesia de Dios, La Madre celestial,Cristo Ahnsahnghong,Dios Madre]

Profecía y cumplimiento

[la Iglesia de Dios, La Madre celestial,Cristo Ahnsahnghong,Dios Madre]

Ya que todas las cosas del Antiguo Testamento eran una sombra de las cosas venideras, esta fiesta era también una sombra del Movimiento Adventista para la Segunda Venida de Jesús, dirigido por William Miller, de 1834 a 1844. Los diez días entre la fiesta de las trompetas y el día de expiación representan proféticamente diez años (Ez. 4:6). Este movimiento de diez años cumplió la profecía de la fiesta de las trompetas para preparar el día de expiación en el que Jesús entraría en el Lugar Santísimo del cielo, esto es, el 22 de octubre de 1844, el décimo día del séptimo mes según el calendario sagrado. De esta manera, todas las profecías de las siete fiestas de tres tiempos se cumplen sin falta.Así como el pueblo tocaba trompetas en la fiesta de las trompetas, también hubo un movimiento para la segunda venida de Jesús con una fuerte predicación como el sonido de las trompetas. Y especialmente desde el primer día del séptimo mes (según el calendario sagrado) de 1844, todos los hermanos y hermanas oraron juntos a Dios más arduamente. Jesús les respondió y entró en el Lugar Santísimo del cielo el 22 de octubre de 1844, el día de expiación (el diez del séptimo mes según el calendario sagrado). Dios permitió el Movimiento Adventista de William Miller para cumplir su voluntad. Así, Dios cumple su voluntad de una manera inesperada, cuando la gente no se da cuenta de su voluntad ni la realiza. Como está escrito:Lc. 19:37-40 『El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.』Ellos realizaron el movimiento sin conocer las fiestas de Dios, pero el resultado fue el cumplimiento de la profecía de la fiesta de las trompetas. Cuando todos juntos guardemos la fiesta de las trompetas unánimes, y oremos sinceramente a Dios durante diez días desde esta fiesta hasta el día de expiación, nuestras oraciones subirán ante Dios con el humo del incienso (Ap. 8:3-4), y Dios responderá nuestras oraciones y nos prodigará grandes bendiciones.

[la Iglesia de Dios, La Madre celestial,Cristo Ahnsahnghong,Dios Madre]

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